Admisiones

La sangre de Cristo 

guerra espiritual Jan 29, 2025

Autor: Oscar Jiménez

 

El ser humano tiene la necesidad de sentirse protegido. Es una necesidad natural y no hay pecado alguno en ello. De hecho, Dios lo puso en el jardín del Edén donde gozaba de la protección que Dios le proporcionaba. Es así pues que desde el Antiguo Testamento se ve a Dios como el que cuida a su pueblo, como el gran guerrero. La Escritura nos invita a venir a la sombra poderosa del Altísimo (Salmo 91). Allí encontramos socorro y refugio.

 

La Escritura es clara en que no dormitará el guardián de Israel. Y nunca nos invita a decirle a Dios cómo nos tiene que cuidar. Eso lo hace él conforme a su soberanía, su voluntad y conforme a sus propósitos. Pero la iglesia ha usado la sangre de Cristo con el fin de suplir esa necesidad de protección. Ahora veamos qué dice la Escritura sobre la sangre en particular.

 

La palabra sangre viene del hebreo (dām). Esta palabra aparece 360 veces en el Antiguo Testamento. Levítico (88 veces), Ezequiel (55 veces), Éxodo (29 veces), Deuteronomio (23 veces), Salmos (21 veces).

 

El uso de esta palabra se puede clasificar dentro de las siguientes categorías: (1) el derramamiento de sangre como resultado de un acto violento, sea por guerra o homicidio; (2) el derramamiento de sangre, resultando en muerte, pero con el fin de ofrecer un sacrificio a Dios.

 

¿Qué representaba la sangre en el Antiguo Testamento? (1) Principalmente, aparte de la sangre ser un componente fundamental en el organismo de un individuo, la sangre hacía referencia a la vida de una persona. Es decir, en la sangre estaba la vida (Génesis 9:4; Levítico 17:11,14; Deuteronomio 12:23); (2) debido al valor de la sangre, en el contexto de los sacrificios, la sangre de los animales tenía que ser extraída antes de estos ser ofrecidos a Dios (Levítico 1:5; 4:6; Deuteronomio 12:24; Éxodo 12:7); (3) estaba prohibido comer sangre (Levítico 3:17; 17:10-13; 1 Samuel 14:31-35; Ezequiel 33:25). La razón es sencilla: ya que la vida del animal estaba en representación del oferente y la sangre era la parte importante para expiar (el perdón de pecados), entonces se veía como muy sagrada para que el hombre la consumiera. De esta manera, la persona recordaba el sacrificio hecho por sangre.

 

Por eso, este concepto del Antiguo Testamento en el que el perdón y la pureza por el pecado se da mediante un sustituto se cumple en toda su expresión en la muerte de Cristo, quien dio su vida para perdonar y limpiar (Romanos 5:10).

Uno de los textos que se utiliza para respaldar el uso de la sangre para proteger es Éxodo 12:23, el cual habla de la protección mediante la sangre sobre los dinteles, en la muerte de los primogénitos de Egipto. Sin embargo, la conexión entre este texto y la sangre de Cristo es la siguiente: así como esta sangre sobre los dinteles los protegió de la muerte física, la sangre de Cristo derramada en la cruz nos libra de la muerte eterna. Obviamente, la muerte de Cristo, superior a la muerte de un animal, tiene la capacidad de librarnos de una muerte peor.

 

En el Nuevo Testamento, la sangre se usa especialmente para hablar de la vida que es entregada o derramada, especialmente de la vida de Cristo. En este caso, el significado no dista mucho entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Sin embargo, revisemos algunos pasajes que apuntan de manera muy puntual al uso en el Nuevo Testamento.

 

Mateo 26:28

Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados.

 

Juan 6:53-54

Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.

 

Romanos 3:25

A quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente.

 

Romanos 5:9

Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de él.

 

Efesios 1:7

En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia.

 

Efesios 2:13

Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo.

 

Colosenses 1:20

y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.

 

Hebreos 9:14

¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?

 

Hebreos 9:22

Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.

 

Apocalipsis 12:11

Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte.

 

Este texto de Apocalipsis nos está diciendo que los creyentes han vencido por medio de la Sangre del Cordero. Mucho cuidado que como este libro usa muchas imágenes para comunicar su mensaje, cuidadosamente no dice 'la sangre de Cristo' sino 'la sangre del Cordero' para remitirnos a su sacrificio. Es decir, el creyente salió de las garras del enemigo, venció mediante la sangre. El versículo 10 dice: 'Ya ha venido la salvación de Cristo'. Luego, testificaron y esto condujo a que el imperio y quienes han perseguido lleven a muchos de nuestros hermanos al martirio.

 

Lo curioso es que el pueblo de Dios en el libro de los Salmos, enfrentando persecución y peligro, nunca recurre a esta escena de la sangre en el Éxodo. De la misma manera, los apóstoles, enfrentando cárcel y persecución, recurren a la sangre de Cristo de esta manera en el Nuevo Testamento. Si ellos no lo hicieron, ¿por qué nosotros sí?

 

Conclusión: 

  • La sangre de Cristo, derramada sobre la cruz, es un sacrificio de alto y precioso valor que se dio para perdonar los pecados del ser humano y limpiar su conciencia de pecado. No debe ser minimizada al usarla para cosas tan normales y cotidianas como la protección de una casa, un carro, zapatos, entre otros usos que se le da. Es como quien compra un perfume altamente costoso y lo usa solo para ocasiones especiales, precisamente por su precio y estima, y uno de sus hijos lo lleva al baño y lo usa como ambientador cada vez que va al baño. Obviamente, la persona pondría un grito en el cielo. Lo mismo ocurre con la sangre de Cristo.
  • La protección del Señor: Dios ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin (Mateo 28:20), aún en el momento de la muerte nos acompañará su presencia (Hechos 7:54-60) - eso nadie nos lo puede quitar. Jesús en la oración del Padre tanto en la que se conoce como el Padrenuestro (Mateo 6:9-13) y la otra en la que ora a favor de sus discípulos (Juan 17:11), reconoce al Padre como quien protege del mal y no a su sangre, ni a los ángeles.
  • Aunque Dios bien puede usar los ángeles para protegernos; mas cómo Dios nos protege es asunto de Dios, no de nosotros.
  • Idolatría: Es necesario que nosotros nos limitemos a usar el lenguaje tal como la Escritura lo presenta para no caer en poner nuestra fe en objetos (aceite, sangre) y no en el Señor. Dios nos guarde de que los medios que Dios usa se nos conviertan en la meta. Tenemos que recordar que la meta de nosotros como creyentes es Dios y de Él viene nuestra protección.



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